25/12/11

El día que conocí a Cortazar

Ese día había salido a conocer un nuevo café, el café de el hermano de un amigo que había conocido en mis cursos de fotografía. En ese momento acababa de cursar, a demás, mi primer nivel de francés, y esta combinación me había acercado al arte a la vida bohemia, por lo que estaba en búsqueda de un lugar amable para leer, solo silencioso, con un buen café, tal vez una terraza, tal vez algún sitio antiguo.
Al llegar a este lugar se veía acogedor y frío a la vez. Era una casa antigua, con dibujos sobre las paredes blancas y unas cuentas mesas. Tenía a demás, salas con sillones, cojines, y estanterías de libros, esto último marco mi día. Al ver los libros me dí cuenta que había olvidado la literatura, me había concentrado en leer divulgación científica, textos médicos, libros de fotografía, y dejado a un lado las grandes historias que esta me podía aportar. De pronto dentro de mí surgió una necesidad de leer, de comprar un libro, ojearlo, olerlo, devorarlo; pero desgraciadamente no llevaba dinero conmigo, así que tomé rápido mi café americano, degusté mi crepa y tomé mi bicicleta para ir por mis ahorros. Llegué a mi casa, tomé los $150 que había podido ahorrar y me dirigí a la nueva librería, esa que se enorgullecía de ser la más grande y surtida de Aguascalientes, para poder ver libros.
Dicen que no se debe juzgar a un libro por su portada, pero en esta ocasión no me quedaba de otra. Llegué a la librería sin saber que comprar, mi primer instinto fue acercarme a los clásicos, tantos títulos y autores conocidos, tantas historias que aun no había leído o que ya no recordaba... pero no, esta vez quería arriesgarme, probar algo nuevo, sentir esa adrenalina que también te pueden desatar los libros, y pensando en mi presupuesto me acerque al estante de punto de lectura. ¿Saramago? ¿Vargas Llosa? ¿Xavier Velásco? no... demasiado seguro. Navegaba en un mar de libros, colores, portadas, contraportadas, reseñas, apologías, cuando de pronto un color llamo mi atención, morado, rosa, fucsia, aun no lo puedo identificar. Me acerque y en la portada vi una imagen descompuesta en varias imágenes. Parecía que alguien había tomado una foto de la torre Eiffel la había vuelto de un color rosa en distintas tonalidades, la había recortado y pegado, no de forma exacta, en la portada del libro. El contacto ya estaba establecido, el siguiente paso era la contraportada. "... La obra transcurre en Londres, París... los personajes en una misma secuencia pasan del diálogo al monólogo..." un libro sobre artistas, un libro sobre París, temas que había estado buscando sin éxito en libros y películas, ahora solo faltaba la ultima prueba, así que tomé el libro y caminé hasta el verificador de precios. 62/Modelo para armar. Julio Cor $122. No quedaba nada más que pensar, me dirigí al mostrador, pague el libro, desencadené mi bici y comencé a pedalear saboreándome el libro. Llegué a mi casa, me preparé un expreso, mientras tanto comencé a abrir, hojear, o tal vez ojear y oler el libro. Subí a mi habitación y por días estuve atrapado en la lectura. Dejé de salir a reuniones, de estudiar, cualquier otra actividad quedó relegada y solo me enfoqué en la lectura.
Me pareció un autor osado, cambiaba de primer a tercer persona el narrador, cambiaba de tiempo, espacio, idioma, sin importarle que el lector no hablara italiano o francés, un escritor que en verdad escribe por hacer arte y no best sellers, mostrándonos su punto de vista obre la literatura, llevándola al límite, experimentando, explorando, exasperando, expatriando... El libro me agradó bastante, por meses solo hablaba de él, mi hermano me comentó la historia del escritor y me presto Rayuela, libro de dónde se desprendía 62/modelo para armar, mi profesor de fotografía ya me había puesto textos breves de él durante el curso, mis amigos lo querían conocer, y yo solo pensaba en comprar su siguiente libro. Hoy recibo "Papeles inesperados" como regalo de navidad, y no puedo mas que saborearme como la primera vez aguardando la lectura, esta vez aun con más interés y conocimiento, deseando volver a ese estilo literario de Cortázar y preguntándome que nuevas sorpresas me traerá este libro lleno de críticas, cronopios, poemas, y otros textos inéditos y poco comunes en el autor.

3 comentarios:

  1. Wooaa... Daniel, que lindísimo escribes...Es todo un honor conocer a tan apasionado hombre,más me vale no apagar esa llama de creatividad,pasión...tantas virtudes que tienes!y yo la de sólo admirarte.

    De vez en cuando pienso que no mereces alguien que no sabe mas que sentir amor por ti, a eso sólo puedo aumentarle 6 rayitas/día a lo orgullosa que estoy de vos.

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  2. Al conocer a Cortázar tuve una reacción similar, más aun, cuando el primer texto que leí de él tenía un sentido un tanto subversivo. Te invito a leerlo, tanto la introducción, como la historia en sí que da nombre al libro "Continuidad de los Parques".

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  3. Debo admitir que no aguanté Rayuela... espero pronto regresar por un 3er round.

    Es sorprendente como comprar un libro al azar se convierte en uno o unos que nos marcan, así me paso cuando todavía era la Feria del Libro en la Casa de la Cultura y compré varios libros por 25 pesos cada uno...

    Libros que nadie compraba, pero eran empastados con hojas de alto gramaje y eso aparte de su excepcional precio... los compré casi todos y ahí descubrí en la preparatoria a varios títulos Edgar Allan Poe y "Las noches blancas" de Dostoyevski.

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